Nos raigaños d’esti llar
fundense peña y mar,
llucha ya paz,
amor ya guerra.
Abellugu de dies murnios
ya nueches de velea,
de tiempos de risa y d’allegría,
tardes de pallabres
y xornaes de sestaferia.
Nin más nin menos
qu’en cualquier familia.
Pero baxo esti teyáu
hubo un fueu:
¡Oxalá vos llegue
un bon calecer
n’esta agora vuestra casa!

Autor: Alfredo Garay Menéndez

Un 5 de febrero de 1932 comenzó a escribirse la historia de esta casa, cuyo solar costó la cantidad de 100 pesetas. Dos años después, su silueta se imponía en la mitad del anfiteatro de Cudillero, grande y firme.
Tan firme que 89 años después, la casa familiar de Carlos, Marina, Marianita, Miro, Juan y Blanca escribe una página nueva, sin perder sus raíces ni olvidar su historia…
Para nosotros siempre será La Casa de La Garita
En las raíces de este hogar
se funde peña y mar,
lucha y paz,
amor y guerra.
Cobijo de días tristes
y noches de desvelo,
de tiempos de risa y de alegría,
tardes de palabra
y jornadas de trabajo.
Ni más ni menos
que en cualquier familia.
Pero bajo este tejado
hubo un fuego:
¡Ojalá os llegue
un buen calor
en esta ahora vuestra casa!
Nos raigaños d’esti llar

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